jueves, noviembre 23, 2023

dreaming off

 hay días donde la mirada a través de la luna pareciera desconocida y llena de incertidumbre, días donde se camina por horas sin rumbo fijo, sin dirección ;

días donde la luz que irradia la noche se ve opacada por el descontento y el desdén de los días de ingenio 

días donde los trayectos parecieran perder el sentido de sí, días donde escurre melancolía sobre las pestañas


hay días donde se reniega la existencia y la estancia, días donde se recrimina la razón de la convicción, donde se ahogan los estruendos subyacentes al coleto;

hay días donde el magín sufre diásporas llenas de estertor, donde la noche se articula y flexiona hasta el origen del mundo, días donde las marcas surgen sobre los poros y los sentidos


hay noches donde el sol ilumina la vida que no vemos y no conocemos, donde la incertidumbre se yergue sobre las nubes y los párpados

hay noches donde el regreso se perpetúa como uroboros, devorando y engullendo las catástrofes que hicimos en tus brazos;

hay noches donde se desea ávidamente converger al son del amanecer, las mismas donde encontramos refugio y consuelo a través de la piel, hay noches donde la comunión nos conlleva libelo capaz de ahogar a dios


me pregunto si en dichos días y noches las estrellas muestran mis recuerdos al océano; días y noches donde se rememora dicha y alegría repleta de insomnios, tristeza y sueños a la orilla del mar

sábado, septiembre 16, 2023

amanecer

si hablara de situaciones alternas, comenzaría con el recuerdo del arte y la belleza a media noche, con labios sonoros, parsimoniosos y casi etéreos; pronunciando pasajes y caminos tergiversados por luz de luna y una que otra maldición

comenzaría con luces estroboscópicas acariciando el arcoíris, seda negra y perlas con sazón


hablaría de los momentos en los que vivimos desde la

sombras, memorando los días donde las manos ingenuas encuentran alegría en baratijas sin reparo

lo haría fugaz y etéreo, con las lagrimas corriendo sobre las yemas y el sufrimiento estirándose de izquierda a derecha 


si hablara de momentos contiguos, comenzaría hablando por el amanecer y la forma en que el sol escolta sus recuerdos de luna;

aclamando ante infames la vez insignia, la misma en l cual encontramos fragmentos de luz sobre nuestras retinas

empezaría contando las reminiscencias de luz que quedan en tu piel, justo a la orilla 


hablaría de situaciones arraigadas a la respiración, comenzaría encontrando en las baratijas, estroboscopía

retazos de destellos acariciando al filo de los sentimientos, de las sensaciones 

lo haría sin lugar a duda alguna;

sería entre el

ocaso y el

amanecer

viernes, junio 09, 2023

luz de luna

me abraza la noche, me consume desde reminiscencias resplandecientes entre la obscuridad; me abraza la noche mientras cierro los ojos y acaricio la libertad

a veces pienso, mientras cuento los fragmentos de mis dedos de arriba hacia abajo, en las ligaduras que el destino nos propone; en los días de descontento y las resoluciones abruptas arraigadas a las malas sensaciones 


me abraza la noche, me consuela en silencio;

me abraza la noche mientras los recuerdos se tambalean entre la voz y el coleto


a veces pienso, para mis adentros, sobre el desdén de la realidad al tiempo impuesto y al anhelo de consagración; en la manera de cumplir con el devenir y volverse inmortal 


me abraza la noche, consume y consuela mientras que en silencio la luna calla

a ojos cerrados 

la aclamada

libertad

jueves, febrero 09, 2023

Emociones perdidas

Suelo pensar para mis adentros sobre las viejas razones perdidas debajo de la cama, ocultas entre los párpados.

Sobre el sesgo que se encuentra fecundando el centro del universo, esperando para florecer al filo de la media noche. 

Sobre la ironía y el desdén hastiados de altanería y uno que otro halago arrogante. 


Suelo pensar sobre las historias paralelas que se pierden cuánticamente.

Sobre los atisbos de realidad remanentes al amanecer, esos mismos que suceden mientras, y con manos somnolientas, retiras la flojera del rostro.

Sobre las reminiscencias que fluyen a través del oído, el tacto y todos los sentidos.


Solía pensar sobre las dos razones estipuladas en cada ida y venida, en casa vaivén inmiscuido a través de la respiración.

Sobre los sentimientos que se postran sobre luz de luna y raudales de añoranzas perdidas.

Sobre el desdén a la ironía fluyendo a través de los poros.


Solía pensar en girares inmaculados envueltos en desdén y abandono, en fantasías arrastradas por el sol, la luna y las estrellas.

Sobre desvelos envueltos en cornisas y balcones donde se añora el universo de más allá.

Sobre la danza etérea que se postró ante mí y mi consuelo, ante mis sentidos y mi respiración.


Si he de pensar en razones e historias, lo haré vinculando la utopía con la realidad, el abandono con la vida, la realidad y el universo; habría de hacerlo a ojos cerrados y con el corazón en las manos, sería en un minuto y dos… y tres… sería con la marca de nacimiento escurriendo desde mi frente hasta mi coleto; acariciando mi tacto y sazón… arrastrando deseo, obsesión y alguna que otra fascinación.

lunes, septiembre 12, 2022

suspiros celestes


vaya injusta inmundicia, donde la vida y la muerte nos acaricia

donde la vida, sufrida daría nuevas formas de venida e ida

donde existimos y convertimos nuestra agonía, lamentos y bullicios

donde los prejuicios 

nos invaden , vaya asunción

que sucede en mi corazón 

y si la noche me absorbe, que sea,

que suceda

que la magia exista donde sea

y que la luna nos reconforte,

que nos asista el suspiro azul, bastante acorde

como el alba y el mar, como sustancia y sustrato 

como nuestros días que suceden con juramentos y glorias, agonías y respiros celestes donde existimos y no…

martes, mayo 24, 2022

y si

hay horas donde el ritmo parece lento, donde me dedico percibir las nubes desde tus párpados;

florecer y fluir al ritmo de tus latidos, de tus sentidos

y si la vida nos llena de tragos amargos,

colapsar sobre lo que construimos


hay horas donde la sincronía de los latidos abraza junto al frío, donde por la ventana y a raudales sucede la luna llena; 


junto al viento convertirme en caricias que abracen tu cuerpo


y si la muerte llega sin previo aviso,

vivir de la emoción, suceso


hay horas donde el ritmo y la sincronía laten rápido, donde el frío desnuda nubes y estrellas;


días y noches donde nos abraza la ausencia 


y si a otro tiempo, otro universo trascendemos,

de nuevo nos encontramos

domingo, febrero 20, 2022

Desolación, abandono

Si pudiera desprender la carne de mis huesos, de mis articulaciones y todo lo relacionado a la anatomía humana, haría bosquejos de un mejor mundo con los raudales sanguíneos que brotasen de mi ser. Todo ha cambiado, desde mi esencia hasta mi persona, olvidé las reminiscencias del complejo de crucifixión. Minuciosamente he de desgarrar centímetro a centímetro las marcas sobre mí, habría de tergiversar la ferviente idea de cumplir con el devenir, de volverse inmortal.

Si pudiera hacer de mis delirios y agonías más de lo que mi magín permite, ya habría evocado a todo ser hasta las estrellas, justo donde el firmamento se consume en vacío y el origen del universo pierde la cosmogonía que unifica ser con ser, cuerpo con cuerpo, alma con alma.

Estaría gritando, para mis adentros, sobre todo lo que hemos de sujetar en la espalda y los hombros, sobre todo lo imperceptible para los sentidos menos desarrollados; suelo preguntarme qué hay sobre el sexto sentido incubándose en mi interior, de momentos pretende escapar y huir de mi a base de acidosis y reflujo pero los estragos del mundo sanguíneo lo ocultan en mi coleto.


Si pudiera hablar sin cesar, lo haría con ojos cerrados y palmas abiertas, lo haría en un minuto y dos, y en tres; hasta que dejase de existir el tiempo y el espacio, crearía tal monserga capaz de generar atisbos de realidad. Hablaría sin cesar del estertor al cual me someto mientras la luna surca las sábanas gastadas. Si pudiese hablar sin cesar sobre mis delirios y el desprendimiento de mi carne, lo haría con un hacha, sería el filo de plomo cayendo sobre mis pestañas, los ríos de sal y los estragos cubrirían poro a poro la desolación y el abandono.

sábado, febrero 12, 2022

Greet death

Qué forma para despedirse del silencio eterno, con las corbatas anudadas por la ventana y el frío nocturno acariciando la punta de mis pies.

Qué forma sería, esa misma donde el frenesí habría de convertirse en vacío rojo.

Qué forma para despedirse de los días de invierno, con las manos sujetas al alma y el corazón partido por las palpitaciones ausentes.


Qué forma para recibir consuelo y consagración eterna, con ojos cerrados y el mundo cubriendo centímetro a centímetro los vestigios de un mal destino.

Qué forma seria, esa misma donde la luna habría de consumirme.

Qué forma para recibir redención, sin pesos arraigados a malas decisiones y momentos llenos de recuerdos.


Qué forma de quedarse sin remedio, con las vidas pasadas transcurriendo por mis pestañas y las remembranzas tatuadas en las pupilas.

Qué formas serían las mismas donde la noche me envuelve con su melancolía, donde el estertor me encuentra; donde saludo a la muerte.

sábado, enero 22, 2022

rios de sangre

 hoy llego a ti a través de las ganas de vivir, de existir; de estar a tu lado hasta el amanecer 

y si la noche lo permite, siempre  prevalecer

en tus ausencias, tus agonías,

tu amor incondicional y tus manías 

esas mismas que me muestran tu esencia,

las mismas que piden mi presencia 

mis manos en las tuyas; tus manos en mi desnudez 

tu cuerpo junto al mío; vaya qué desfachatez 


hemos estado lado a lado, mano con mano

ser con ser, alma con alma 

sea por nuestro amor sin reparo

por tu tacto, tu piel que se encuentra con mi palma

dos vidas, dos partidas

cuatro segundos, los mismos

donde nos consagramos 

bajo la luna sin descaro


te encuentro, me encuentras

lunes, diciembre 27, 2021

vaya decepción

helando cada parte, hasta las más obscuras, recorriendo el tránsito sanguíneo; la respuesta circulatoria a cada estímulo colapsa donde recaen las lágrimas, justo cuando el temblor impulsa hastío donde los dedos colapsan

las palabras sobran junto a los instantes fluyendo a base de ansiedad, de fondo la armonía acaricia la piel erizando tristeza y abandono, emanando melancolía sobre los bellos en los brazos, en las mejillas y en las pestañas


extraña sensación cuando las alegrías convierten su transición en alergias y agonías, los estímulos no existen cuando la vida se postra sobre barro, cuando el desdén por el mundo y sus consecuencias se consagran en indiferencia 

vaya vida, vaya sensación, vaya decepción 


de los días de cansancio y desconsuelo las cargas se sustentan sobre desprecio, sobre la extraña necesidad de existir a base de lisonjeo externo, donde el desprecio cruza los límites de desazón, vaya decepción  

sábado, noviembre 27, 2021

días y noches

de mis días consuelo he aprendido a vivir y sentir el sol sobre la piel, las hojas de otoño sobre mis hombros y los momentos donde tus labios se encontrarán con los míos; esos instantes donde las manos surcaron letras, donde los versos buscaron salida y descontento, esos instantes donde detuvimos a la vida misma; justo donde hubo clímax a razón del corazón 

las manos con parsimonia acarician el filo de la media noche, sostienen entre vida y caricias las ganas de preservar los momentos donde nos pertenecemos, esos instantes donde no existe tiempo ni razón; los mismos donde latimos al mismo tiempo


de mis noches de desvelo ha aprendido a sentir a ojos cerrados y palmas abiertas, he sentido tu caricia nocturna, tus sensaciones al tacto; tu calor y tu presencia 

de los momentos e instantes donde compartimos caricias habrá luz y sinceridad; habría armonía y tranquilidad, habría sensaciones provenientes desde el alma quien tiene tintes corazón 


de mis días y noches donde te encuentro ausente aprendí a añorarte, a palmas abiertas, con el corazón 

lunes, noviembre 08, 2021

el cielo y las estrellas

llegamos con ojos cerrados y palmas abiertas, con el tiempo naranja acariciando nuestro otoño;

nos encontramos cuando las nubes sucedieron en tu mirar, cuando las estrellas hicieron comunión sobre tus párpados 

bajo los días abiertos encontramos consuelo y sabor, sensaciones plácidas de lo que vivimos, tú y yo,

como esa fiesta de sensaciones dentro del cuerpo, la misma que crea revolución para el alma capaz de estremecer(nos) hasta las palmas

las noches desarticuladas tomaron formas nuevas y distintas, aprendí a comunicarme a través de los susurros del viento


a ojos abiertos y palmas cerradas sujetamos la estación a nuestras muñecas,

de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas;

los días y las noches han perdido la noción del tiempo,

de susurros y suspiros se hacen los recuerdos, los momentos 


ahora que sucede el filo de la media noche, el estertor nocturno y la caricia fría han traído a mí sensaciones derramadas sobre las pestañas

la ironía y la melodía afinada a las luces me recuerdan que

de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas

jueves, octubre 21, 2021

Minutos y silencios

Las noches llenas de nitidez colapsan cuando los fractales se graban sobre mis brazos, cuando el trayecto sin rumbo fijo ni dirección se arraiga a la melancolía escurrida dentro de mi ser. Las palabras sobrantes rebosan en mi magín, recorriendo mi garganta y pecho hasta la punta de mis dedos, hasta los minutos donde de mis manos brotan sensaciones al tacto. Los días transcurren al ritmo de las nubes y el cielo, al son de los instantes donde nos pertenecemos.

Tiempo entrelazado a la sinfonía carente de orquesta, las horas mágicas resuenan en cada centímetro de mi ser rememorando y evocando hastío, abandono e indiferencia en el vuelo de la mariposa, la luz que se postra sobre sus alas ha quemado hasta lo más mezquino; olvidé sentir. Ahora que las hojas caen y se enredan en mi cabello recuerdo la sensación de otoño, la caricia fría que entra a raudales por la ventana, por mi alma; ahora que las hojas escurren con tinta de vivencias y recuerdos, vuelven a mi el universo y las estrellas de más allá.


Hablé de lo grabado en párpados henchidos de amor, esos mismos donde las pestañas fueron parte del solaz utópico en el que acorté  tiempo y distancia, hablé del complemento y cada girar inmaculado añorado en una vida distante, distinta, diferente; hablé de la inevitable sensación de vacío tras dejar los latidos, al ritmo de luces, en la nevera esperando por  ese fuego capaz de consumirlo todo; hablé y hablé, lo hice hasta que las palabras se agotaron, hasta que las lágrimas se convirtieron en sollozos bajo la luz de la luna. Hablé, hablé, hablé.


Las manos tiemblan, transpiran sensaciones que no caben en ellas ni en los tragos de vino y olvido. Ausencia y presencia, minutos y silencios; nubes, cielo y un poco de lluvia.

domingo, agosto 22, 2021

Soliloquio cero

La noche inicia con aquella frase recorriendo mi magín “¿Sabes cuál es esa realidad?”, mientras en el ambiente taciturno me envuelven melodías atónitas afinadas al metrónomo de la luna. Hay pensamientos de tiempos remotos donde la agonía y gozo desfallecieron dentro de mi corazón, donde consagraron sensaciones arraigadas al alma, donde desarticularon cada centímetro de mi ser en plena obscuridad. Hubo tintes carmesí esbozando palabras de aliento provenientes de la anonimidad; hubo sensaciones al tacto donde el desdén por el mundo, la humanidad y la vida conllevaron a malas jornadas durante muchos viajes de retorno.

He mirado hacia mis adentros, recorriendo la vitalidad de mi torrente sanguíneo, sujetando <con guantes de seda> los nombres que han circulado junto a la respiración; he mirado la apatía sujetada a los rincones más obscuros, esos mismos donde el oro negro fue enterrado con la irremediable esperanza de florecer. Una vez dentro y nuevamente en el océano, reencontró la simpleza de su existencia, la tranquilidad del abismo y el vacío. Maravilla, miedo y fascinación son los sustentos de la base del mundo, el mar de tinieblas permanece en calma sin miedo a la tormenta, las intermitentes resilencias de luz condenaron los faros.


Ahora que el ritmo se sincronizó con el parpadeo iridiscente de las estrellas y constelaciones tatuadas en la penumbra nocturna, los deseos y anhelos del mundo durmiente suceden con imágenes extravagantes y percepciones alteradas. Ahora que la brisa entra por la ventana erizando centímetro a centímetro mi piel, se derrumban diferentes monumentos fundados sobre falsas expectativas de esta realidad. El sueño colectivo pareciera culminar en melancolía y el gusto por ella, en el miedo y fascinación por lo incomprensible, por lo desconocido, por lo mortal, por lo perpetuo y su alcance. Ahora que cierro los ojos y me uno a la orquesta es que nos volvemos sombra y su sombra… Ahora, ahora, ahora…

jueves, agosto 12, 2021

girasoles

hace tanto no me explota el corazón,

sea por efímera consagración o profana encarnación

me he dicho a mí mismo, sin reparo, sin remedio;

sobre el olvido en un par de ojos negros,

sobre la omnipresencia en el palpitar, en un respirar


hace tanto no me explota el corazón,

sea por recuerdos suspirados a media noche

o deseos de una utopía distante

me he mirado en lugares profundos, en agujeros negros con tintes girasol;

me he encontrado en reflejos donde perdí la razón 


hace tanto no me explota el corazón,

sea por catarsis y clímax recorriendo mis sentidos;

sin remedio o reparo, sin distancia utópica;

donde me mire entre girasoles,

justo donde compartamos, gozosos, la gloria

viernes, julio 23, 2021

hace tanto

hace tanto que olvidé de qué van los desvelos donde las letras suceden a través de las yemas, esos mismos en los que la noche acaricia la piel con filo y seda; los desvelos donde se intercambian travesías, y con suerte, aquello oculto en la caja de zapatos bajo la cama


suelo preguntar hacia mis adentros por tu ausencia y tu presencia, lo hago con ideas parsimoniosas recorriendo conexiones y trascendiendo recuerdos donde me moría en ojos cerrados y ajenos a la fervorosa idea de cumplir con el devenir y volverse inmortal 


hace tanto que olvidé la transparencia con la que se anida en la piel, esa misma con la que el frío se desvanece cuando las noches compartidas florecen a tientas y en plena obscuridad, sea con ello consagración y comunión


suelo preguntar hacia mis adentros de qué van los días de cristal, de qué van las noches terciopelo; transcurren los momentos donde el palpitar pierde los latidos carmesí auspiciados por ser y permanecer en el sabor de los labios, en los suspiros y la respiración 


hace tanto que olvidé la ausencia

domingo, abril 04, 2021

fantasmas y fotografías

las falsas memorias pueden serlo todo, desde lo más enternecedor e iridiscente, hasta las palpitaciones violentas que surgen mientras, y bajo la cama, pides que se detenga el mundo pues ya no se alcanza la realidad con tanta agonía

la falta de palabras y letras palpables se hace presente cuando, y con tal desfachatez, nos alcanzan las horas mágicas, las horas muertas; cuando nos alcanza la vida y el sueño que no poseemos, que no dormimos


mis manos son las que procuran vomitar de mí y mi alma, son quienes promueven la convicción por respirar y seguir girando junto a la revolución colectiva 

hemos de tergiversar todo lo omnímodo e irreverente en busca de verdaderos ideales, sin necesidad de buscar perfección, prescindiendo de todo el libelo atorado en mi coleto y afamando los lamentos que escurren sobre las sábanas 


las noches se desarticulan conforme trasciende el tiempo, conforme los engranes han de retrasarse, conforme las manecillas se quiebran y se atoran en las solapas bajo mi piel desgarrando los pétalos morados que estuvieron añorando consagrar y profanar al desvelo mismo, al consuelo arrebatado

las noches se desarticulan llevándose mi corazón 


los labios lloran porque las mariposas trazadas sobre sus vestidos dejaron de poseer luz de luna, dichosos labios que lloran sin dolor y con consuelo; ahora que las fotografías muestran fantasmas y falsos recuerdos quiero desaparecer junto al sonido del viento, girar junto a la rueda eterna donde habremos de componer nuevas estaciones 

miércoles, marzo 03, 2021

reencuentro

nos encontramos en invierno, durante las jornadas llenas de alboroto y desvelos rodeados de fantasías donde aprendí a sonar con el viento; nos encontramos en invierno, cuando el frío matutino llevaba resabio a nicotina y recuerdos de conversaciones previas

compartimos secuencias estroboscópicas donde nuestros impulsos palpitaron al ritmo de las luces, al son de los latidos en plena obscuridad; nos sucedía lo inevitable bajo la noche estrellada, con tintas impregnadas en el árbol de mis memorias


mensajes erráticos y con lamentos sucumbieron ante la ausencia indiferente de las respuestas llenas de letras y palabras consagradas con navajas provenientes de sollozos,  repletas de hastío y esa singularidad de la mera existencia "con la simpleza de su existencia encontraba felicidad", ¿recuerdas?


pasó el tiempo y con él, el sonido del viento remontó aquel girar inmaculado donde añoré lo sucedido en otra vida, ese girar que consagró lo impío, lo memorial; pasó el tiempo y con él, las hojas de otoño nos trajeron un nuevo reencuentro 

domingo, febrero 28, 2021

y la melancolía

el mundo se ha descompuesto, los reencuentros afables se diluyen con la lluvia transpirante del mundo nocturno, del estertor en el que la madrugada mancilla a la vida como si no hubiese espera, salida ni final
los paños chapalean con la tinta carmesí que escurrió desde mi brazo izquierdo hasta el confín de esta vida y el firmamento

resuena una canción sin voz, sin palabras ni notas atónitas, el infortunio en el que el tiempo nos alcanza, es capaz de arraigar y desgarrar a base de ausencias y presencias

los días se quedan sin color y sin sabor, se han desprendido del deplorable hastío en el cual sólo existe una certeza

las noches se quedan sin vida y sin muerte, se han desprendido del brillo lunar

aún llevamos emociones tatuadas bajo la piel, sobre las clavículas; aún llevamos sentimientos rodando sobre las pestañas 

lo impío crece de la melancolía, de las ganas de comerse al universo entero;  los recuerdos de lisonjeo son arrebatados de lo lindo, traen consigo sensaciones que entrecortan cada centímetro de mi ser, llevan entrelíneas la incertidumbre de suceder y suplir

nos quedan las letras en las que codificamos nuestra existencia, las mismas con las que, a media noche y en plena obscuridad, me convierto en viento y consuelo nocturno

nos quedan los sentimientos a flor de piel, las emociones... y la melancolía 

martes, enero 19, 2021

De los momentos y recuerdos

Hace tan poco que el invierno nos ha alcanzado
aunque las remanencias de la nostalgia y la melancolía nocturna
parecieran haber alejado su comienzo,
desde las frías cosquillas que rodean la piel de mi nariz,
hasta el desconsuelo que sucede tras baja la temperatura.
En mi cabeza resuenan los ecos de melodías propuestas
a razón del sabor de los recuerdos y momentos,
esa evocación generada a causa del consuelo y la calidez de un abrazo,
una caricia, un solaz al alma.
Las palabas que fluyen a raudales a través de mis dedos,
llevan las flores moradas que alguna vez encontramos bajo mi piel,
estas buscan florecer como llanto, como canto,
como todo lo que recuerde un bello atardecer.
Hace tanto que se me detuvo el tiempo,
desde aquella vez donde las manecillas azules pretendieron mesurarlo en un reloj roto,
hasta el choque de copas y el vino acariciándonos los labios;
con estruendos y vuelcos al corazón
el tiempo vuelve bajo suspiros que componen la noche.

Hace tanto y tan poco que comenzamos a componer nuestras noches y alegrías, 
nuestros momentos y recuerdos antes del amanecer,
en mi cabeza resuenan las armonías afinadas a la caricia fría de la luna
en mi cabeza resuena el sonido del viento, el murmullo del sueño eterno
ya no hay más.

domingo, octubre 18, 2020

Por la noche

Concretamente, por las noches suelen florecer sensaciones férvidas y arrebatados, aquellas que, ya sea por alegría o melancolía, nos consumen bajo la armonía y danza de las estrellas. Por las noches es cuando la tormenta envuelve desde la respiración hasta el nacimiento del blanco y negro, hasta la mescolanza de las sensaciones que escurren sin mesura.

Concretamente, por las noches se entrañan los recuerdos de días y vidas que trascendieron bajo el sol de otoño, bajo el frío eterno que persiste aunque el entorno hierva como el corazón de los colibríes floreciendo a cada instante, a cada minuto; por las noches encontramos al alma descansando sobre las palpitaciones del arcoíris y el frío eterno del invierno interno.


Concretamente, por las noches se resplandece mientras las lágrimas recorren los párpados henchidos de desvelos no compartidos, se resplandece cuando las armonías de la ausencia revolotean en lo profundo de los oídos, cuando el sótano de la mente recae en el estruendo del anhelo.


Concretamente, por la noche se está jodido y vivo.

martes, septiembre 15, 2020

Trascender

si hablara de un lugar seguro, habría de referirlo a lo compartido, a los instantes transitados por el tacto, habría de hacerlo mientras navego por los hilos que encuentro bajo mi piel, con las remembranzas de corazones aventurados y todas las proezas intimadas a estos mismos, si lo hiciera, sería con las situaciones construidas sobre viejos tormentos

si hablara de las sensaciones capaces de marcar y trascender, referiría cada palabra, y sentido, al pulso sanguíneo que palpita a través de cada parte de mí, cubriendo y corrompiendo la vivacidad de un parpadeo en paranoia, el vuelco debido al asueto del corazón en ansiedad y melancolía; cubriendo y corrompiendo, sentido a sentido, hasta sufragar la respiración

si hablara con la certeza del lugar seguro en mente ajena, lo haría con la sombra iridiscente del cuarto menguante surcando tus labios y los míos, con el filo de la noche buscando trascender hasta tus pupilas, hasta mis suspiros; hasta nuestros impulsos

si hablara con la veracidad de hasta lo más inverosímil diría, hacia el aire, el viento y todos los tiempos, que no pertenecemos a las sensaciones que se han escurrido desde los párpados hasta el cielo, que la impaciencia no perdona el trato con guantes de niño... me he quedado sin tiempo, las manecillas dejaron de existir, pierdo el aliento ...

viernes, mayo 29, 2020

Intermitente

La mente y el corazón colapsan al borde del precipicio, donde el halcón presagia, con alabastros, la infame libertad. Las palabras que transitan todo sistema son quienes pretenden remontar las reminiscencias y artilugios profanados por el amanecer, por el momento perdido donde la libido descansa. La noche me envuelve consumiendo, a brazas, las luces brillantes; a mis pensamientos llegan imágenes donde habremos de conocernos por la piel y el tacto, los mismos instantes donde hemos de consagrar la urgencia con delicadeza.

Abrir los ojos al borde del precipicio, donde el halcón presagia la libertad inminente, intermitente, como esa ausencia que prevalece; como esa soledad implícita de la vida. Cerrar los ojos al amanecer, cuando el claro de luna ha cubierto a la vida y el desvelo compartido, cuando la sensación de tacto se echa de menos como a las estrellas y el mar. Desaparecer tras el compás unísono de los cincuenta y dos hertz chapaleando en mis oídos.

Las sensaciones recorren la punta de mis dedos, las caricias van inmersas en letras y palabras articulando el borde del precipicio, el mismo donde el presagio se convierte en vuelo. Me pregunto si los arribos suceden a tiempo o destiempo pero qué importa si el reloj de mi bolsillo está roto, si los ciempiés no pueden volar y la noche comienza a encenderse.

jueves, marzo 26, 2020

sensación del pecho al respirar


se me oprime el pecho al respirar, cuando advierto el resabio resentido de las malas decisiones, cuando suspiro en silencio mientras el filo de la noche acaricia mi piel
se entrelazan alrededor de mi cuello las reminiscencias mostradas como postales del 54 anundándonse en seda y satén sin dejar de lado la corbata sobre la garganta

se me eriza la piel y el tacto, cuando minimizo el aroma sutil arraigado a los recuerdos; cuando, a parpadeos e instantes, sueño con avidez la catástrofe y cura consagrándose a tientas y en plena obscuridad
la naturaleza del miedo compagina con la brisa que rodea mi cabello, la punta de mis dedos sostiene suspiros y desvelos, éstos,
me preguntan si recuerdo las rosas que se postraron bajo mis palmas y las cobijas de luna llena

la danza nocturna sucumbe ante la pesadez de la dicha banal y la gloria putrefacta que se consume sobre el ocaso de sombras y palabras al cual nos hemos visto inmersos durante el verano y el invierno;
la danza perpetua se postra sobre tu espalda, tu regazo y tus clavículas, se esparce sobre los poros, los impulsos y los posibles momentos suspendidos

los instantes donde se añora ser parte de un desvelo o un consuelo antes de dormir recaen sobre los momentos suspendidos donde, sobre tus clavículas, busco la gloria bajo mis labios, bajo mis palmas;
las rosas surgen al tacto del desvelo, al parpadeo de la piel erizada con esa sensación de tu(s) recuerdo(s) al anochecer, con esa sensación que oprime el pecho al respirar

martes, febrero 25, 2020

Soliloquio No. 5

Me he encontrado de nuevo con los estragos de la vida morigerada y taimada a la cual nos hemos inmiscuido en un abrir y cerrar de ojos; las emociones que recorren cada centímetro de mi piel muestran avidez por ofrecer y recibir más de lo que puede sostenerse en un parpadeo.

He recorrido las partes más mezquinas y llenas de libelo que habitan en mi alma y en su sombra, las mismas que llevan a ti el ocaso de alfabetos y la muerte entre tus piernas. La melancolía cosechada de las flores purpúreas bajo las solapas de mi piel, grita al unísono por pasión desmedida; por miedo y fascinación.

Los noches suelen hastiarse de algunas reminiscencias de vidas pasadas, de situaciones ajenas a esta vida o a esta realidad, de desvelos donde la orilla de la cama es capaz de reconfortar más que la endeble e innumerable soledad; las noches suelen hastiarse de sueños llenos de desdén y un poco de aromatizante con fragancia a frutos rojos.

Habría de cruzarme en tu camino, sin razón ni presunción, al atardecer, cuando la iridiscencia naranja es capaz de volver en vino la tinta del corazón y las venas; habría de hacerlo al anochecer, cuando la luna platea la vida y la muerte a la cual no(s) perteneceríamos.

domingo, enero 12, 2020

A momentos

A momentos se cierra los ojos buscando desaparecer, tratando de pertenecer al viento, al cielo y a las estrellas del más allá. Dentro de la obscuridad del universo resuenan escenarios iridiscentes, decenas y decenas de decretos sobre el alma y el cuerpo.

A través del hastío, con fervor, es como mostramos libertad y abandono, devoción y libelo; las sensaciones que palpitan dentro buscan florecer. Las horas mágicas buscando ser consagradas.

A momentos en los que se está ausente, presente, nos inundamos con los sonidos del porvenir, del devenir. Con la ausencia perpetua de la única salvación divina nos aferramos al sueño eterno.

A través de los dedos, de las yemas, es como escapan las reminiscencias pasadas; estas cubren centímetro a centímetro tu piel, tu ser; avanzan carcomiendo los sentidos y los impulsos. La agonía crece sin mesura consecuente, la hegemonía entre ser y alma se ha deplorado al vacío.

domingo, noviembre 17, 2019

y el firmamento

El sonido consume conforme el abandono recae sobre las melodías nocturnas. Termina la sensación de muerte y compromiso, los sentidos responden al vacío. El vino carcome al color de la vida y las heridas carmesí, el dolor recae sobre las sinfonías.

La alegría se arraiga a la primavera de la melancolía. Se destrozó el vínculo entre las canciones y el corazón; mueren los latidos y la pasión.

Si suena, todavía, el desvelo del corazón, la vida se encuentra con el placer; con las estrellas, la luna y el firmamento.

martes, noviembre 05, 2019

Envuelve la noche

La noche me envuelve mientras de mis manos y dedos escurren letras, dígitos; 
me envuelve mientras mi piel susurra al viento preguntando por tu desvelo. 

Mis piernas, mis pies... mi ser entero se estremecen al unísono de los latidos de ausencia;
mi ser entero nace y florece en el olvido, en el consuelo.

La noche me envuelve mientras estiro la melancolía anudada sobre mi espalda;
me envuelve mientras busco a tientas, a expensas de la soledad.

A ojos abiertos he de conocer por verdades y mentiras atadas a la superficie;
a ojos cerrados he de conocer a tientas, a ciegas y en plena obscuridad.

martes, septiembre 24, 2019

Incertidumbre

Los climax de la vida convergen con la transición y conjunción de experiencias y algunas reminiscencias mórbidas atravesando el magín. Recaen sobre los hombros y los párpados, sobre la espalda junto a las flores moradas enterradas desde el origen de la vida y el tiempo. Las memorias se arraigan a la esencia de lo genuino y lo real, ahí mismo donde encontramos sofoco y hastío por el mundo y el universo, donde la inmundicia sería capaz de enternecer una ternera putrefacta. La traición y el cinismo carcomen el cáncer chapado sobre los días y sus cloacas respectivas. Abandono y desdén, impío, se arrastra sobre las palmas y el saludo taimado, sobre todo lo que no se puede ver, lo intangible, lo etéreo.

Si bien he dado vueltas un sinfín de veces, jamás percibí sensación alguna de terror a la hecatombe con la que despertamos, con la que dormimos y soñamos ; esa misma que trasciende a las realidades en las que nos encontramos con los ojos cerrados, con la justa glorificación de ser el primer recuerdo al despertar. Las manos tiemblan y el pulso se acelera conforme los ritmos invaden mi alma, la época futura parece un recuerdo lejano, los matices y contrastes de los días llenan de melancolía hasta lo más banal.

La noche aguarda, espera con la inquietud de llevar tu alma a dondequiera que se le dé la gana. Despertar en Venus o no despertar, las ideas, cual colonia de mariposas, rebosan persuadiendo a todo lo que se le cruce, convirtiendo a los rascacielos en máquinas de velocidades, llevando el ópalo y el carmesí sobre troncos latiendo, sobre el árbol de las memorias. Pasa el tiempo, he vuelto a nacer, y aún no comprendo el contexto que llevo dentro.

miércoles, agosto 07, 2019

León y tigre

Donde la vida llama
donde la vida crece
donde la muerte hace
de la soledad una flama.

Donde te veo y encuentro
donde te pienso y pierdo
es donde concuerdo
que te llevo dentro.

Donde nos consume la ausencia 
donde me convierto en olvido
es donde me he convertido
con avidez por tu presencia.

Donde la muerte nace a medio verano
donde la muerte nos consumió noche
donde la vida parece reproche,
donde te tengo y no.